Condiciones de uso: No se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación.Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española.La responsabilidad del contenido de los mensajes es exclusivamente de la persona que lo envía.

domingo, 27 de enero de 2008

Avances en políticas sociales y de igualdad

Hay personas que me han preguntado el porqué de la elección de este tema, avance en las políticas sociales y de igualdad. El porqué después de haber dejado atrás mi quehacer profesional en el Área de Servicios Sociales y desarrollar mi labor, fundamentalmente, en los últimos trece años en el de Vivienda. La explicación es sencilla. Lo elegí por mi vida, por mi trayectoria. Lo elegí porque desde muy joven ya estaba vinculada a movimientos sociales en los que se luchaba por el avance en la consecución de derechos y libertades. Y, además, no es difícil de defender el avance que se ha producido en derechos para la ciudadanía en estos últimos cuatro años, conquista de la legislatura de Zapatero. En esta legislatura se han impulsado medidas que han beneficiado a diversos sectores de la sociedad. Yo, desde luego, no las voy a nombrar todas. Haré mención a aquellas que, desde mi punto de vista, han tenido mayor proyección social: Ley de Dependencia Ley de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres Ley Integral contra la Violencia de Género Ley de Matrimonio Homosexual. Voy a comenzar con las personas mayores. Este colectivo ha visto cómo sus pensiones mínimas subían un 25% en 4 años, porcentaje superior a los últimos 8 años del P.P. Y, se han beneficiado, fundamentalmente, de la que es desde mi perspectiva, la medida social de mayor impacto de esta legislatura: la aprobación de la Ley de Dependencia, la garantía de que nadie quedará sin protección ante situaciones de dependencia. Esta ley favorece, evidentemente a las personas con discapacidad, a la sociedad en general y fundamentalmente, a las mujeres, que han sido cuidadoras en la sombra, sin reconocimiento, del trabajo arduo que implica el cuidado y dedicación de familiares discapacitados y/o mayores con un grado importante de dependencia en el desarrollo de sus actividades básicas cotidianas. La implantación de esta ley supone el reconocimiento del esfuerzo y la posibilidad de cobrar un salario por el trabajo realizado durante muchos años, a un número importante de personas, sobre todo, mujeres, con un perfil de difícil acceso al mercado laboral. De la implantación progresiva de esta ley se beneficiará 1.200.000 afectados y se crearán 300.000 puestos de trabajo directos. Es, sin lugar a duda, la ley estrella de esta legislatura. Las familias y, con ello los menores, se han beneficiado de la Ley de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres, paso trascendental en el desarrollo de las políticas de igualdad y en la consecución en la igualdad de oportunidades para las mujeres. Esta ley despliega iniciativas para eliminar desigualdades salariales, en el acceso al empleo, en el ámbito de la familia y otras muchas cómo el permiso de paternidad, la garantía del subsidio maternidad.
Las mujeres, Ley Integral contra la Violencia de Género, 1º ley de esta legislatura que da una respuesta integral a las víctimas del machismo criminal. El desarrollo de esta ley ha implicado la creación de juzgados exclusivos para perseguir estos delitos, nuevas fiscalías, aumento de los cuerpos de seguridad del Estado. Y, por último, junto a la ley de dependencia, la ley estrella de esta legislatura y que ha situado a España en la vanguardia del mundo, de Europa, es la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de menores. Esta ley española sólo tiene equivalencia en Europa a Holanda, y en el mundo, a algunos estados de Canadá y al estado de Massachussets en EEUU. Con estas leyes no se ha roto la familia, aunque así lo refieran el PP y la iglesia. No se han violado los derechos de nadie por garantizar los de otros/as. A mí el gobierno no me obliga a casarme con alguien de mi mismo sexo, ni a adoptar, ni a cambiarme el nombre. Sólo da oportunidades a quién quiere hacerlo. Efectivamente hay familias que no cumplen el estereotipo de las familias de la COPE, del PP, de la iglesia, pero estamos en una sociedad diversa y plural. Los desfiles de monseñores montando homilías en las calles suponen un ataque directo a las libertades individuales y sociales. Pero, evidentemente, hay un acuerdo tácito. Ustedes me organizan mítines y yo les hago un ministerio por y para sus familias. Quiero terminar diciendo que hace cuatro años cuando deposité mi voto en las urnas al PSOE, no me había estudiado programa político alguno. Este voto fue fruto del pavor que me producía que gobernara de nuevo la derecha en este país. Pero creo que ha sido el voto más rentable de mi vida. Este ha sido un gobierno feminista. No por la paridad del gobierno, sino por haber sabido reflejar el sentir de las mujeres. Un gobierno que ha sabido llegar a sectores minoritarios para garantizar sus derechos civiles, pero no por ello menos importantes. Y, es por ello, que voy a seguir confiando en este partido, que voy a activar con todas mis fuerzas a mi entorno, que voy a realizar una campaña dura, con el fin de movilizar y conseguir el mayor número de votantes para el PSOE.

jueves, 24 de enero de 2008

Los bufones de Maquiavelo

Me sorprende profundamente aquellos/as que intentan dar lecciones al resto acerca de las crisis y espectáculos, cuando ellos/as tienen montado el circo en su propio escenario. Un escenario algo esperpéntico y con demasiados actores principales. El marco en que se desarrolla la actuación tiene algo de rancio, de vetusto, de trasnochado. La atmósfera es asfixiante. El aire, enrarecido. Los comediantes, figurines, bufones, luchan en el tablado por estar en primera línea. Y, se levanta el telón. Están todos delante. Rajoy, Gallardón, Aguirre, Jiménez Losantos rodeado de ejecutantes, Pedro J., Rouco, Cañizares, el de Tenerife. Estos últimos también vienen con otros artistas. Se dan empujones. Pero, hay uno que despunta, que se destaca. Gallardón. Y, comienza la función. Alrededor de una mesa redonda discuten los entresijos de una campaña que se vislumbra dura, ardua, difícil. Se barajan las armas a utilizar, teniendo por ahora cabida todos los miembros de la mesa. Cada cual va a reproducir un papel importante. La trama central es alejarse lo más posible de todo lo que puede representar la derecha moderada. La política de centro. Se erige como portavoz de la mesa, el actual líder, Rajoy, títere de Maquiavelo con bigote. Y, comienza a repartir los papeles. A Rouco, Cañizares, al de Tenerife, con sus correspondientes animadores, los manda a la calle. A las calles a realizar homilías. A sermonear con la ruptura de la familia. De su estereotipo de familia patriarcal. A cambio, Rajoy promete un Ministerio. El Ministerio de esas y para esas familias. Y, una vuelta atrás al Estado confesional. Y, más dinero, más conciertos con dinero público. Quedan felices, frotándose las manos de puro gusto. Gallardón comienza a mostrar su desacuerdo, pero por ahora, sigue callando. Pedro J., Losantos, resto de bufones, sonríen de placer. La tarea encomendada a ustedes, dice Rajoy, son sermones, panegíricos, del retroceso económico, de los derechos que hemos perdido como ciudadanos al haberse reconocido los derechos de sectores minoritarios. No se puede sobrevivir en esta sociedad plural, diversa. España no está preparada para evolucionar a este ritmo. Utilicen sus herramientas. Tú, el micrófono. Tú, la pluma. La garantía de subvención pública, denlo por hecho. Gallardón se retuerce en el sillón. Cada vez, más incómodo. Y, quedan tres. La dama de hierro del PP, cada vez más cómoda. Y, empieza a exigir su papel de protagonista. Ella no quiere quedarse atrás. Sabe que representa perfectamente el papel que desea el líder. Precisamente por esto, excusa que esgrime a la perfección el anfitrión, Gallardón ha de bajarse del escenario. El no es ni de lejos, la imagen del partido. Él representa la moderación, el respeto a las leyes aprobadas en el Parlamento, la cercanía que el partido no desea. Y lo manda bajar del escenario. El resto de los miembros de la mesa baten palmas, entusiasmados. Y, también se bajan. Pero ellos/as, al camerino. Al camerino situado en el sótano. En las profundidades del teatro. Al camerino de la España de la caverna. Casposa. Y, cierran la puerta. Quedan encerrados los postulantes de la ultraderecha española. Y, por fin, ponen el candado. Se cierra el telón.

domingo, 20 de enero de 2008

La Historia secuestrada

Las personas pertenecientes a partidos nacionalistas no se pueden apropiar de los sentimientos de los canarios ni de la historia de Canarias. Las crónicas, relatos de lo que acaeció en nuestras islas, no sólo conciernen a Doramas, Tanausú, la princesa Gara, Jonay, la pandereta, el zurrón del gofio y las romerías. Estas personas, símbolos y costumbres forman parte de ella, pero no son lo único. La sima de Jinámar, situada en nuestro municipio, también es un emblema de lo que significó la represión brutal del franquismo. Por ahí cayeron republicanos, socialistas y pueblo canario sin afiliación política. Ellos también comían gofio y beletén. Bailaban isas y folías. La historia de este pueblo y de esta tierra nos pertenece a todos/as. Cada lugar tiene su idiosincrasia. A los isleños, en relación con otras CC.AA. , nos diferencia el mar. El mar que nos acoge, pero que también nos aísla y encierra. Nos cuesta sentir las peculiaridades de otros pueblos. Cuando sales al exterior, te das cuenta de que los seres humanos tenemos mucho de iguales. Los tópicos se derrumban. Ni todos los canarios somos aplatanados, ni los catalanes egoístas, ni los madrileños enterados, ni los sevillanos graciosos. Si ser nacionalista, es sentir las necesidades de tu pueblo, ciudad, isla, comunidad autónoma, yo también soy nacionalista. Defender los intereses de la globalidad, no implica olvidar los intereses de la comunidad a la que representas. Canarias forma parte del Estado español. No somos un territorio independiente. Somos un territorio con peculiaridades propias. Pero cómo también la tienen otras tierras: Cataluña, Galicia, Andalucía, Euskadi. Entiendo que los representantes progresistas de cada una de ellas defenderían lo mejor, sean o no nacionalistas. Tanta disciplina de partido tienen que mantener los militantes y representantes de partidos nacionalistas, cómo los de los partidos centralistas. No se puede apelar a esta distinción, que no existe, para defender que los primeros nos representarían mejor que los segundos. Yo también soy partidaria de que nuestros/as niños y niñas conozcan la historia de Canarias, se familiaricen con nuestras costumbres. Yo le hablaré a mi hijo de la valentía de Bentejuí al tirarse por las Tirajanas, de las harimaguadas, de Cuatro Puertas, pero también de León y Castillo, de la Inquisición, de José Arencibia Gil, de Van der Does, de la hambruna, de la opresión de la iglesia católica, del holocausto en Latinoamérica, de la II Guerra Mundial, de Leonardo Da Vinci, de Mozart, de Pink Floyd, de la estación espacial internacional, del artdecó, del calentamiento global, de la catarsis de la crisis energética, de Víctor Jara. Ya canta las canciones de Silvio Rodríguez. Porque lo que quiero es que tenga una visión global cómo ser humano y no que viva relamiéndose las heridas de nuestra historia pretérita, sino en la realidad del siglo XXI. Estamos aquí y ahora. Seguro que mis planteamientos son compartidos por algunos nacionalistas. Mientras tanto, el voto progresista tampoco puede ser secuestrado por los partidos nacionalistas. Y menos, el del nacionalismo canario que está más dividido que nunca. El voto progresista en Canarias, también lo representamos otras personas que, sin duda, lucharíamos y defenderíamos con uñas y dientes, aquellas propuestas que supusieran lo mejor para los intereses de Canarias, sin exclusiones ni sectarismos. Aunque coma poco gofio y me espanten las jareas. (*) Leonor Jerez González es vecina de Telde.